¿Qué es una posición corta?

Se trata de una técnica que los inversores emplean cuando creen que el precio de un valor está a punto de bajar. En primer lugar, el inversor pide prestado el valor a un broker y lo vende en el mercado. Después, vuelve a comprar el valor y se lo devuelve al broker. Si el precio ha bajado, el inversor sacará beneficios.

¿Dónde has oído hablar de las posiciones cortas?

La película de 2015 La gran apuesta dio a conocer esta estrategia de inversión al gran público. La oscarizada película habla de unos cuantos operadores que vieron venir la crisis financiera de 2007-2008 y se pusieron cortos en activos respaldados por hipotecas. Cuando finalmente llegó la crisis, se hicieron ricos.

Lo que debes saber sobre una posición corta...

Los inversores pueden pedir valores prestados a los brokers pagando intereses como comisión. O pueden ponerse cortos utilizando contratos por diferencias (CFD), en los que no se produce préstamo alguno sino que se trata de operaciones basadas puramente en la diferencia de precios.

Las posiciones cortas pueden suponer un riesgo ilimitado y una recompensa limitada. Por ejemplo, si un inversor vende los valores prestados a 10 £ por acción, lo máximo que puede ganar son 10 £ menos comisiones, algo que pasaría si el valor llega a valer 0 £. Si el valor sube por encima de las 10 £, el inversor sufrirá una pérdida cuando vuelva a comprar el valor y se lo devuelva al broker.

Lo contrario de una posición corta es una posición larga. En este caso, el inversor compra o vende acciones con la esperanza de que su valor se incremente.

Un inversor que opta por una posición corta cree que el mercado va a bajar, el que opta por una larga, cree que va a subir.