¿Qué es la cobertura?
En el mundo financiero, una cobertura es una forma de limitar lo que puedes perder a causa de las variaciones de precios. En los últimos años los, derivados, como futuros u opciones se han utilizado como cobertura en muchas ocasiones.
¿Dónde has oído hablar de las coberturas?
Los sueldos y gratificaciones de los gestores de fondos de cobertura suelen salir en los titulares. Puede que también hayas escuchado la expresión “cubrir tus apuestas”. Pero, en realidad, las coberturas financieras se parecen más a un seguro.
Lo que debes saber sobre las coberturas...
Los inversores utilizan las coberturas de la misma manera que quien tiene una casa puede contratar un seguro de inundación. Te cuesta una cantidad de dinero fija asegurar el riesgo, pero cuando lo comparas con el posible gasto que tendrías que afrontar si se produjera la inundación, pagar el seguro ya no te parece mal. Sabes a cuánto ascenderá tu pérdida máxima: el precio del seguro más los excesos de la franquicia.
Las coberturas se pueden utilizar en situaciones muy diversas para intentar limitar el riesgo. Por ejemplo, un exportador se puede cubrir contra las fluctuaciones de las divisas acordando ahora un precio para la divisa en el futuro.
Las coberturas te protegen del riesgo de sufrir mayores pérdidas, pero también limitan tus posibles beneficios. Son igual que un seguro: puede que tu casa jamás se inunde, por lo que habrás pagado las primas para nada.
Un fondo de cobertura integra una estrategia sobre el comportamiento de los mercados en el futuro en una inversión colectiva en una gama de activos. Solo las suelen usar inversores avezados.
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