Futuros
Los futuros se encuentran entre los productos derivados más comunes y desempeñan un papel crucial en los mercados financieros. Ayudan a tener una referencia con respecto a las expectativas de los precios de productos tan variados como las materias primas, las acciones y los tipos de interés. También son útiles en el aprovisionamiento de materias primas y para protegerse frente a la volatilidad del mercado.
Al contrario que los mercados al contado, donde el precio que pagas por un producto es el precio actual para una entrega inmediata, los contratos de futuros son acuerdos para comprar un producto en una fecha futura a un precio fijado con anterioridad.
Muchas empresas que dependen en gran medida de combustibles y materiales, como los metales que se venden en los mercados de materias primas (y que, por tanto, están sujetos a los vaivenes especulativos de los precios), compran contratos de futuros para rebajar la volatilidad, puesto que el precio en la fase de entrega al cabo de 12 meses puede ser inferior al precio al contado actual.
Pero hay otros activos no físicos que también pueden negociarse como futuros. Entre los más populares encontramos los futuros sobre índices bursátiles y los futuros sobre tipos de interés; generalmente son los administradores de las carteras quienes los utilizan como estrategia de cobertura de riesgos.
Supongamos que eres agente de compras en la empresa Alpha Aluminio, un fabricante de productos de aluminio fundido. Compras gran parte de los metales en el mercado al contado, pero debido a factores estacionales, habrá más pedidos de productos de tu empresa en la segunda mitad del año.
Actualmente compras la tonelada a 1700 $ en el mercado al contado, pero en el mercado de futuros podrías comprar una tonelada a 1600 $ dentro de cinco meses. Siempre que el precio al contado se mantenga por encima de los 1600 $ en el plazo de cinco meses, habrás conseguido que tu empresa ahorre dinero.
¿Quién gana?
Tú, si lo haces bien. En caso de que, al cabo de cinco meses cuando venza el contrato de futuros, el precio al contado sea todavía de 1700 $ por tonelada, la otra parte del contrato te deberá 100 $ por tonelada. Como en cualquier apuesta, el peligro estriba en que puedes terminar perdiéndola. Si, en el plazo de cinco meses, el precio al contado ha descendido a 1500 $ por tonelada, serás tú quien deberá pagar 100 $ por tonelada a la otra parte del contrato.