¿En qué consisten los contratos a plazo?
Un contrato a plazo es un acuerdo privado entre dos partes que obliga al vendedor o al comprador a comprar u ofrecer un activo a un precio establecido y en un momento determinado.
Este concepto se asemeja al de mercado de futuros pero, a diferencia de los futuros que suelen ser estandarizados y transparentes, los contratos a plazo son totalmente personalizables (tienen condiciones acordadas en privado entre el comprador y el vendedor) y, por lo general, no hay dos iguales. Debido a la complejidad de sus condiciones negociadas, estos productos no pueden cotizar en los mercados de valores y su nivel de riesgo es mayor.
Calcular el tamaño de este mercado no es tarea fácil, ya que no está demasiado regulado y solo las partes conocen los pormenores de los contratos. Sin embargo, se cree que debe ser bastante grande, puesto que muchas empresas internacionales emplean los contratos a plazo para protegerse ante las fluctuaciones de los cambios de divisa y los tipos de interés.
Al no existir transacciones de productos estandarizados en los mercados públicos, los inversores minoristas no suelen poder acceder a este tipo de contratos.
¿Quién gana?
Al igual que en los futuros, el mercado de contratos a plazo es una apuesta directa entre el comprador y el vendedor.
Prueba tus conocimientos
¿En qué se diferencian los contratos a plazo del mercado de futuros?
- La compañía que ha emitido el bono
- Los contratos a plazo no se pueden comercializar en mercados de valores
- Todas las respuestas son correctas
- Los contratos a plazo los crea el cliente y, por lo general, varían en función del contrato