¿Qué es una orden diaria?
Al negociar, los inversores tienen la opción de cursar distintos tipos de órdenes, cada una de las cuales añade parámetros diferentes a una operación. Uno de estos tipos de orden es la orden diaria, que manda comprar o vender un valor al final de una sesión de negociación.
¿Dónde has oído hablar de las órdenes diarias?
Casi todas las órdenes que curses, salvo especificación en contrario, se consideran órdenes diarias. Es posible que tu broker se ponga en contacto contigo al día siguiente de dar una orden para ver si quieres renovar la orden diaria o seguir cursándola una segunda sesión.
Lo que debes saber sobre una orden diaria...
Las órdenes diarias están ahí para que tú, el inversor, tengas el control. Por ejemplo, si no vas a poder hablar con tu broker durante un tiempo, limitar la duración de tus órdenes te permite negociar incluso cuando desconectas.
Las órdenes diarias funcionan mediante el establecimiento de parámetros durante la sesión; si dichos parámetros se cumplen, comprarás o venderás el valor. Si no, no. Puedes cursar una orden diaria de compra de 200 acciones a 5 £ a través de tu broker. Así pues, si, al final de la sesión, las acciones no han llegado a esa cifra (por ejemplo, porque no han caído por debajo de 5,50 £), la orden no se lleva a cabo y no continúa activa en la siguiente jornada.
Igual ocurre con las ventas. Se establecen unos parámetros. Si no se cumplen, no hay venta.
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